Soy nada en lo infinito del tiempo, he llegado al punto donde no hay retorno

jueves, 12 de agosto de 2010

Besaré el suelo otra vez

Amigo, cuando más esperamos del amor, mayores son los riesgos pero es bueno correr hacia ellos.

El mal de amores es algo más que un mal trago, es el signo de nuestros tiempos, el de la incomprensión entre los sexos, el egoísmo complaciente de la sociedad de consumo, la soledad y la pérdida de referentes de una modernidad centrada en la razón económica y la competencia, que nos ha dejado en un mundo sin corazón. Es por ello que cuando más esperamos del amor, mayores son los riesgos, la desolación y la perplejidad que nos asiste ante su pérdida, cuestionando los propios cimientos de nuestras vidas. (Angeles Rubio Gil)
Cuando un amor concluye llega el duelo, muy desoladora esta etapa, dicen que puede durar semanas, meses y hay gente que muere de amor, jummmmmmmm, en todo caso depende del tipo de apego, si era fuerte y seguro te lleva la chingada (esto en buen mexicano), pero si se trató de apego evasivo o ambivalente, pues la situación es menos drástica.
La ruptura de personas que vivieron juntas más de dos años provoca enfermadad en alguna de ellas, hasta de operaciones, cuando se dan cuenta que ya no está y les llega la inmensa soledad espiritual.

Lo siguiente es textual de internet: Los médicos griegos y árabes idearon una lista de recetas, aún funcionales para prevenir y curar el mal de amores.
1. Galeno, por su parte, aseguraba que el tiempo era el remedio infalible para los corazones destrozados.
2. Recomendaban el ayuno, porque nada puede desearse si el estómago estaba vacío.
3. Se alentaba a cambiar el lugar geográfico porque la variedad alivia.
4. Dado que el amor entra por los ojos se sugería no ver al objeto de amor.
5. Recordar las partes negativas del amado para así desacreditarlo.
6. Nada de comidas con poderes afrodisíacos, se debían evitar el vino, ostras, cebollas y perfumes que despierten el erotismo.
7. Se desaconsejaba el ocio y se recomendaban el ejercicio, trabajo y estudio.
8. Evitar la soledad. Se recomendaban los paseos, las fiestas y los banquetes.
9. Evitar literatura romántica y canciones de amor.
10. Se sugería conocer más personas, pero tener claro que uno no debía comprometerse.
El psicólogo conductista Zeev Wanderer, conocido como el “Doctor del amor”, propone otros consejos para curar la melancolía amorosa:
• No contar a todos la historia de la separación.
• Cambiar la imagen de sí mismo.
• Borrar toda esperanza y mirar al objeto amoroso con otros ojos (es útil invitar a la persona de la cual uno se ha separado y hablar del asunto).
• Poner fuera del alcance todos los objetos que recuerden al antiguo amante.
• Si se desea escribir una carta, hacerlo, pero no enviarla. Después de 6 meses leerla y felicitarse por no haberla enviado.
• En días significativos como aniversarios y cumpleaños desconectar el teléfono y ocuparse todo el día en cosas placenteras, y si se desea llorar hacerlo, pero sólo permitírselo ese día.
• Si siente la necesidad de vengarse, hacer una lista y guardarla, pero no ponerla en práctica porque uno se sentirán peor.
• Se recomendaba “profanar” los lugares sagrados de la historia sentimental, pero ahora con otras personas, con la idea de diluir los recuerdos sentimentales.
• Para finalizar, no es bueno caer en brazos de una nueva persona hasta que el vínculo anterior haya acabado, de lo contrario, la nueva relación estará condenada al fracaso y a otra recaída depresiva.


1 comentario:

  1. Muy interesante el "post", y apuesto a que dijiste "ya lo sabía", es claro que nuestros añitos vividos no son en vano, los madrazos y las experiencias bellas te van enseñando todo esto.

    Por otra parte, seguimos en conexión, Luz Casal nos gusta horrores a mi hija y a mí y de Mina, ya habíamos comentado que es otro gusto que tenemos en común, saludos amiga.

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