La Habana de 1977, 16 de Agosto, barrio Santa Amalia con Nilda mi prima, ella escuchó sobre la muerte de El Rey, rememoró cuando vivió en EU, decidió que guardáramos un minuto de silencio. Nilda, en las noches con hambre se levantaba, preparaba quaquer, avena cubana, porque el cordón apretaba estómagos, nos despertaba y obligaba a ingerir el alimento. Ese día cortó su pelo porque ya no volvería a un concierto con Elvis pero movío el pié escuchando sus canciones. Años después sigo el movimiento, imposible no hacerlo…
...El movimiento del pie viene de aquí,… así explicabas en aquel banco de la plaza de armas…escuchen esas guitarras…
Y quién olvidó:
Desenfreno total:
Un viejo amor me ragaló el cidi, luego supe que no le gusta y en mi partida, para ofenderme, dijo …es un gritón, casi defeco tamaña estupidez.
Y aunque del mismo cidi e igual procedencia, esta canción siempre me recordó otros brazos y formidables días en Santiago de Cuba, andábamos en los problemas para conservar centros históricos, todas las mañanas íbamos a la plaza principal, parque central, regresábamos a la Isabelica por café, el único lugar con tipología colonial donde podías tomar el humeante líquido y conversar del existencialismo provinciano que nos ahogaba. Cierta vez me regaló un tape con la música de Elvis, por eso hoy te recuerdo, supe que en un viaje a España allá hiciste hogar y mueres por regresar a carretera del Morro pero…can't help you falling in other love, aunque siento que te amo,no a tí, a Elvis,
...El movimiento del pie viene de aquí,… así explicabas en aquel banco de la plaza de armas…escuchen esas guitarras…
Y quién olvidó:
Desenfreno total:
Un viejo amor me ragaló el cidi, luego supe que no le gusta y en mi partida, para ofenderme, dijo …es un gritón, casi defeco tamaña estupidez.
Y aunque del mismo cidi e igual procedencia, esta canción siempre me recordó otros brazos y formidables días en Santiago de Cuba, andábamos en los problemas para conservar centros históricos, todas las mañanas íbamos a la plaza principal, parque central, regresábamos a la Isabelica por café, el único lugar con tipología colonial donde podías tomar el humeante líquido y conversar del existencialismo provinciano que nos ahogaba. Cierta vez me regaló un tape con la música de Elvis, por eso hoy te recuerdo, supe que en un viaje a España allá hiciste hogar y mueres por regresar a carretera del Morro pero…can't help you falling in other love, aunque siento que te amo,no a tí, a Elvis,
No hay comentarios:
Publicar un comentario